REAL Y COTIDIANO

De: Moisés Puente
Date: Apr 9,2025, 12:43 PM
Subject: La acción es arquitectura II

Hola Smiljan

Me ha costado más de lo que creía, pero aquí tienes la pequeña pieza.
Abrazos, Moisés

Contraria a las búsquedas de puntos de apoyo en arcadias imposibles de recuperar, o en supuestas arquitecturas preindustriales y primitivas por parte de ciertos arquitectos, la situación en Alemania durante la posguerra era bien diferente. En un país que emergía de las cenizas de la II Guerra Mundial, con ciudades arrasadas —algunas casi por completo—, con una economía que dependía del Plan Marshall y la moral por los suelos, los artistas hacían patentes las heridas y los traumas derivados de un conflicto bélico que había provocado una destrucción sin precedentes. Es en ese contexto donde nacieron movimientos como Fluxus.

Vostell. TN Raffaello

Tn Rafaello, 1977. Serigrafía en color, 47 x 69 cm.

Y con Fluxus, Wolfgang Vostell intentó incluir en su práctica el realismo no solo como una técnica de representación de la realidad, sino como una actitud interesada en lo que ocurre en el contexto social y en la realidad circundante contemporánea a los artistas. Para ello se sirvió de una variedad de formatos, desde el happening hasta el dé-coll/age, haciendo uso de todo lo que encuentra en la vida cotidiana, con materiales como sus icónicos coches, el pan o el hormigón, para confrontar e intervenir en la existencia cotidiana y en el contexto político.

La Bilancia, 1975. Fotolitografía en color con cuño seco, 21 x 28 cm.

Más concretamente, en sus collages encontramos objetos descontextualizados, de filiación casi pop, que se insertan con violencia en contextos urbanos, con un espíritu similar a las rabiosas obras dadá y futuristas de las primeras vanguardias. Si en su “Manifiesto del Futurismo” (1909) Filippo Tommaso Marinetti comparaba la belleza de un automóvil que corre sobre la metralla con la Victoria de Samotracia, en las obras de Vostell unos billetes de dólar gigantescos navegan por el Rin a su paso por Colonia, televisores gigantes ocupan el centro de un nudo de autopista, un tanque avanza por tejados de edificios, un nudo de autopistas sirve como entorno circundante de la catedral de Colonia o una batidora de cocina sobrevuela la berlinesa Neue Nationalgalerie de Mies van der Rohe. Los collages ya no emplean las máquinas rugientes de los futuristas; tampoco se hacen eco de la fascinación de los arquitectos modernos por la máquina en sí, sino que incluyen productos de uso corriente de la sociedad de consumo exacerbado de la posguerra europea.

Hradschin Prag, 1969. Serigrafía en color, 50 x 70 cm.

No es casual que en los mismos años en que producía estos collages, Vostell publicara junto a Dick Higgings, su compañero en Fluxus, el libro Fantastic Architecture (1971) en el que recogía algunas de sus obras para presentarlas junto a las de Hans Hollein, Stefan Wewerka, R. Buckminster Fuller, Dennis Oppenheim o Richard Hamilton, entre otros.

 

El acento de todas estas obras reside en […] la expansión de los entornos circundantes, de las sensibilidades, los medios de comunicación a través de la perturbación de lo conocido. ¡La acción es arquitectura! ¡Todo es arquitectura![1]

  Neue Nationalgalerie Berlin, 1969. Serigrafía en color, 50 x 54 cm.

El collage titulado Das Luftpumpen-Museum (El museo-bomba de aire, 1971) da un paso más allá y utiliza una bomba de aire real para bicicletas que pega sobre una fotografía, haciendo que el collage pase a ser tridimensional. En este sentido, Vostell efectúa una operación similar a cuando hormigona coches y los coloca en entornos urbanos: descontextualiza un objeto de uso muy conocido, abstrae su forma y lo presenta con un material imposible. Su obra se alimenta de imágenes reproducidas en los medios de comunicación, o imágenes reales del mundo cotidiano, que explotan sus resonancias banales, pero también casi míticas. En su opinión, el arte era una herramienta para desestabilizar el poder y sus sistemas morales e ideológicos, afirmados de múltiples maneras en la historia y en la actualidad.

 Das Luftpumpen-Museum aus unserer Rubrik: Zeitgenössische Objekte, 1972. Bombín sobre fotografía, 59,5 x 79 cm.

¡Solo la realización de las utopías hará que el ser humano sea feliz y lo liberará de sus frustraciones! ¡Utiliza tu imaginación! ¡Participa… comparte el poder! ¡Comparte propiedad![2]



[1] Vostell, Wolf y Higgins, Dick, Fantastic Architecture, Something Else Press, Nueva York, 1971.

[2] Ibíd., sp.[i]

Fantastic Architecture, de Dick Higgins y Wolf Vostell. Copia de la primera edición publicada por Something else Press, Nueva York, en 1971. Fotografías de © Gonzalo Puga / Fundación de Arquitectura Frágil.

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