INÉS-TABLE (1993), DE ENRIC MIRALLES
From: David Bestué
Subject: Inés-table (1993) de Enric Miralles
Aug 11, 2024, 4:14 AM
Buenos días Florencia,
Estos días he podido trabajar en el texto. En él hablo de la plantilla de una cabeza. Lamentablemente la foto que tengo de ella es un poco fea, te la adjunto por si caso quisierais adjuntarla.
Un abrazo
La mesa Inés-Table fue diseñada por Enric Miralles el año 1993 respondiendo a una invitación de Le Magasin-CNC de Grenoble a un grupo de arquitectos para que realizaran un objeto o instalación que representara su práctica. Miralles fue quizás el único que presentó un mueble, como si frente a la libertad del encargo y a las grandes dimensiones de la sala de exposiciones no hubiera querido desprenderse de cierta escala doméstica. Tras la muestra, la mesa se instaló en una estancia de su estudio de la calle Avinyó, probablemente la ubicación que el arquitecto imaginó al proyectarla a tenor de lo que escribió sobre ella (posteriormente se realizó otra copia para su casa en la calle Mercaders, en la que vivió junto a Benedetta Tagliabue).
Para el arquitecto la mesa debía imponerse en el espacio, ocupar casi las dimensiones de la habitación. La idea era que funcionara como un mecanismo que permitiera usarla de diferentes maneras a lo largo del día, de hecho Miralles se refería a la mesa como un reloj. El complejo sistema de pivotes y bisagras permitía y permite múltiples combinaciones, en un juego que recuerda los Bichos de Lygia Clark.
Una de las estrategias de Enric Miralles cuando debía afrontar la reforma de un espacio cerrado era recrear en él cualidades de espacio abierto, como las terrazas y la silueta montañosa en la sala del Centro Social de La Mina o los altillos y gradas en la sede del Círculo de Lectores en Madrid. Desconozco si la habitación del estudio donde se ubicó la mesa Inés-Table por primera vez tenía una ventana o acceso visual al exterior, pero a tenor de los ejemplos anteriores es posible que el arquitecto también quisiera que la mesa pudiera adquirir cualidades formales y visuales más allá de su uso funcional. Al hablar de la mesa el arquitecto comentó que “esta pieza en un momento dado, se transforma en una especie de paisaje donde depositar la mirada de un modo totalmente ajeno a como estas mirando una mesa”. Es decir, que la mesa sirva para recrear un paisaje dentro de la habitación, como el gesto de doblar un calcetín, y darle la vuelta a la relación interior-exterior de la estancia.
Plantilla con la forma de la cabeza de Antoní Gaudí. Museo del Parc Güell © David Bestue.
Siempre he pensado que la mesa es un guiño a una plantilla con la forma de la cabeza de Antoni Gaudí que se conserva en su museo del Park Güell. Dicha plantilla proviene de la sombrerería Arnau, donde el arquitecto encargaba sus sombreros y recuerda de algún modo el contorno de la mesa. Podría tratarse de una falsa pista, aunque es sabido el gusto de Miralles por el uso de referencias aparentemente dispares para elaborar sus proyectos. Me gusta pensar que de algún modo la mesa replica el funcionamiento de un cerebro, y como al proyectar, el arquitecto también mueve y gira paredes en el interior de su cabeza, y como en el interior también hay bisagras y pivotes y cajoneras ocultas que sirven para guardar o esconder cosas (como un truco de magia).
Enric Miralles, Inés-table (1993), del catálogo Other people have dogs, exposición organizada por la FUNDACIóN DE ARQUITECTURA FRáGIL en colaboración con Fundación Miralles, septiembre de 2017, en @d21proyectosdearte, Santiago. Fotos de Gonzalo Puga y Jorge Brantmayer.